Si el mundo se basa en el equilibrio y por tanto tiene que haber bondad y maldad por partes iguales, entonces ¿por qué escoger ser bueno? Las personas buenas no reciben premio por serlo, sino que además les ocurren cosas terribles. Es mejor, por tanto, ser malo, gozar por el placer ya que otros no van a sacrificar el suyo por ti. Con esta máxima, el Marqués de Sade nos presenta a dos hermanas que se quedan huérfanas, sin casi dinero y sin nadie a quien acudir. La primera, la mayor, decide meterse en el noble arte de la prostitución convencida de que así podrá ascender. De esta forma, llega incluso a ser baronesa, acostándose con quien le place, ganando una verdadera fortuna, enamorando a los hombres y asesinando a aquellos maridos que no le compensan económicamente para seguir ascendiendo en la escala social.
Además, la edición incluye un análisis preliminar de la bloguera Rebeca Escribano (Momoko) que ayudará al lector a conocer más de cerca tanto al Marqués de Sade como al entorno social en el que se basa la obra.